Mientras Hugo entrenaba yo pensaba en tiempos pasados...
Carlos. Aquél chico que conocí en primaria. El tiempo amainaba pero él y yo no eramos amigos, ni siquiera conocidos... quizás algún saludo de clase en clase o alguien que hablaba "Carlos, pero mira que es guapo", "Carlos está saliendo con..." o un "Carlos, ¿el que va al A?". Gente que hablaba por hablar y ni siquiera sabía quien era, un ser que existía pero que casi nadie conocía o ni siquiera se habían propuesto conocerlo.
No nos hicimos mucho caso hasta que llegó la ESO, que entonces en un viaje de fin de curso empezamos a hablar y hablar. A pesar de que yo era muy tímida, él me daba conversación y sabia hacer que yo me riera por cualquier cosa o que le respondiera sin mas dilación. Sabía como hacerme feliz y eso era lo que me gustaba de él.

Poco a poco nos hacíamos más mayores. Siempre nos habíamos querido, quizás de una forma mucho más fuerte de la que nos pensábamos. Siempre nos decíamos te quiero cuando nos despedíamos, pero pensábamos que era un te quiero de amigos. Pero no era así. Y quizás nos dimos cuenta demasiado tarde...
Una tarde de verano decidimos irnos a Benidorm por una semana y así poder disfrutar un poco de los últimos días de las vacaciones. Decidimos irnos allí ya que se dice de Benidorm que no es un pueblo sino una "ciudad" dentro de otra ciudad.
Nos fuimos de compras, de viaje a los diferentes lugares, de comida, de nuevas experiencias hasta que una noche, quizás un poco ebrios, empezamos a hablar de sentimientos:
- Sabes, te quiero desde que te conocí.-Me dijo Carlos de repente.
Yo atontada por la bebida le dije claramente. +Yo también te quiero desde que te conocí.
Desde aquella última noche en Benidorm nos hicimos novios.
Empezamos las clases poco después y nosotros seguíamos juntos. El tiempo pasaba y pasaba pero nuestro amor no lo desgastaba nada ni nadie. Hasta que un día todo acabó.
No se muy bien porqué se rompió aquella relación. Quisimos darnos tiempo ya que cada uno tenía unas expectativas en la vida. Él, quería estudiar Administración y Dirección de Empresas y yo, Periodismo. Él, tenía que irse a otra ciudad yo, quedarme. No íbamos a coincidir, ni siquiera tendríamos tiempo de vernos ni hablar. Así que nuestra relación se desquebrajó a medida que pasaba el tiempo y las cortas llamadas telefónicas quedaron en el pleno silencio.
Desde aquello no supe más de él hasta hoy. A cambiado sus expectativas, su forma de pensar hacia los estudios y sobretodo él. Quizás ahora le vaya todo mejor.
Lo más extraño es que el destino nos volviera a unir, pero, ¿por qué ahora?
¡Pero qué pedazo de entrada!
ResponderEliminarMe ha encantado, de verdad, escribe más, más y MÁS.
Un beso guapísima!
Que bonitooooooooo! :)
ResponderEliminarPreciosa entrada :D Por cierto! Actualizé mi blog, pasate si quieres y echale un vistazo. Tu opinion sera bienvenida. Un beso! http://rafael1garcia.blogspot.com/
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte y dejar un estupendo comentario. Es cierto, un sueño puede hacerse realidad, pero casi siempre vemos un sueño como algo unilcanzable o complicado de conseguir, asi que, no lo miramos por igual :) Me alegro que te gusten mis palabras dia tras dia. Un besazo Naddia!
ResponderEliminarDe nada, siempre es un placer escribir para que podais disfrutarlo :D Me paso a menudo por tu blog ;), escribes cosas muy bonitas :) Un besazo!
ResponderEliminar