XI - ¿Comeduras de cabeza?

La espera fue más dura de lo que esperaba... ¿Por qué soy tan blanda? no debería comerme tanto el coco, quizás hay una buena explicación para todo.
Tras los 5 minutos siguientes, recibí una llamada de una persona inesperada. Hugo. 
No. No podía coger ahora mismo el móvil, vería lo mal que estoy, y se supone que yo no sé nada. Quizás quiere contármelo todo porque le reconcome la conciencia. O bueno, a lo mejor quiere mentirme diciéndome lo mucho que me quiere. 
Tras varios segundos el móvil paró de sonar. Suspiré tranquila y en ese preciso momento Carlos, entraba por la puerta.
Con no muy buen aspecto a causa de las terribles ojeras que tenía en la cara, su "hola" pareció más o menos más forzado de lo habitual. 
+ Hola Carlos, ¿qué tal? -Por la mirada que cruzamos yo no parecía tan convincente como él tras mis palabras.
- Quizás debería preguntarte qué tal estás tu, porque no pareces muy alegre que digamos. -Tonta de mí, tenía que haber pensado en mis ojos, aun deben de estar llenos de lágrimas, y la cara un poco hinchada...- Pero bueno, solo si quieres contarme que te ocurre.
+ Bueno, es una historia muy larga... primero cuéntame, ¿qué te ocurre? ¿ha pasado algo grave? -Intenté cambiar un poco el tema para meternos de lleno en sus preocupaciones.
- Si... bueno, a ver, no ha ocurrido nada grave grave, en cierto modo... es mi relación con Andrea, no va viento en popa ahora mismo.
+ ¿Cómo?... ¿qué a pasado? parecíais muy felices la última vez que os vi.
- Sí, parecíamos, pero tras mi última competición que fue en Alemania la semana pasada, ella se distanció de mi. Dice que estoy muy centrado en las competiciones y que no pienso en ella, pero eso no es así. Pienso en ella, pero también estoy preocupado por mi afición, es mi vida, aunque ella no lo entienda.
+ ¿Has pensado en decírselo? 
- Se lo he dicho millones de veces pero, como si nada. -Me dijo cabizbajo.- ¿Qué crees que puedo hacer?
+ Demuéstrale que le quieres más que a nada. Oye, ¿en pascuas tienes competiciones?
- No, de momento, y espero poder descansar.
+ Pues perfecto, si no tienes, ¡¡llévatela de viaje!! quizás un poco de tiempo juntos venga bien para reafirmar vuestro amor. -Le dije sorprendida de mis propias palabras, ojalá algún día haga algo parecido por mi.
- Eso haré, ¡muchísimas gracias Nay! Por cierto, dime, ¿qué te pasa a ti?
Bajé la mirada y miré a mi móvil, ya que, en ese preciso momento empezó a sonar.
- Es Hugo, ¿por qué no lo coges?
Pensé en contarle toda la historia, pero no quería amargarlo, así que le dije:
+ Me dijo que me haría una perdida cuando llegara a Londres. -Pero no sé mentir, enseguida vio que le había mentido y volvió a preguntarme...
- ¿Ha pasado algo con él? Sabes que puedes confiar en mi. -Extraño, pero cierto. A pesar de no haber sabido mucho de él estos últimos años, mi confianza en él era absoluta.
+ Si. -Me limité a decir.
- Bueno... ¿también es por las competiciones? Si piensa igual que yo, pienso que él también te quiere aunque esté fuera, y no creo que haga nada para hacerte daño.
Tenía ganas de gritar, sacar todo lo que llevaba dentro, pero mi voz solo dijo...
+ ¿Me puede traer la cuenta por favor? -Pensé que salir y ver un poco las olas del mar me tranquilizaría un poco y sería más fácil contárselo. [...]

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