¡Qué rápido se cambia un hola por un adiós!

   Parece mentira que todo haya cambiado tanto entre nosotros dos. Pero, ¿sabes que te digo? Me alegro. Si esto ha pasado para que todo vaya mejor, pues sí, me alegro y mucho. Ya no será lo mismo de antes, pero quizás seamos más felices, tú por tu camino y yo por el mio. Así de simple, así de fácil. Ya quedaron en el olvido todas esas noches en las que nos quedábamos sumergidos en nuestras conversaciones; allá quedarán los recuerdos de tantos años de amistad; tanto tiempo compartido tirado a la basura. ¿Sabes qué es también algo bueno? Que he aprendido de ti, ahora sé que no debo convertirme en una persona como tú. Ya no existen promesas ni palabras de "te prometo que cambiaré" o "yo no soy así, lo siento". Solo decías mentiras y tonta de mi por creerte y darte tantas oportunidades. Ahora ya sé como eres en realidad y en cierto modo me arrepiento de haber vuelto a hablarte pero, por otra parte me alegro de haberte conocido mejor.

Las personas nunca cambian, solo mejoran con el tiempo, bueno... algunas ni mejoran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario