I - New time.

   Hacía poco tiempo que había acabado la carrera de periodismo en la universidad y podría decirse que, estaba buscando trabajo. Se había ido a pasar unos días con sus padres para intentar reorganizar su vida. Tenía 23 años y mucho por vivir pero, decidió ir allí para empezar una nueva etapa. Era su segundo día después de 5 años ya que, tan solo en Navidad o en algunas fiestas iba a visitarlos. Le gustaba implicarse en sus estudios y así lo hizo y lo primero que tenía que hacer para empezar con buen pié era buscar trabajo y después, una casa.
   Se planteaba que fuera en algún periódico o en alguna revista, no le importaba si tenía que escribir o fotografiar; las dos cosas le gustaban. Le apasionaban. Decidió levantarse temprano para así aprovechar más su tiempo pero, el tiempo pasaba y aquello seguía siendo un infierno. El día tampoco acompañaba ya que, poco a poco, el cielo azul se volvía de un grisáceo inconfundible y con él las dulces nubes le acompañaban al son de los truenos. Algo raro para estar en pleno Junio pero, el tiempo allí, era así.
   Llevaba tres horas recorriéndose la ciudad pequeña pero a la vez grande, de Bristol. Había dejado currículums en tantos lugares que, ya había perdido la cuenta así que, decidió pararse a descansar en un pequeño parque.
- Hola, ¿me puedo sentar? -preguntó un muchacho.
- Sí, claro, siéntate -pronunció Ella con una sonrisa y sin levantar la vista de los currículums que llevaba en la mano.
  Pero aquél instante pasó historia. De repente, empezó a llover con tal fuerza que los curriculums quedaron mojados y destruidos.
- ¡Oh, mierda! -dijo Ella enfadada mientras corría hasta refugiarse de la lluvia, por suerte, había un gran portal enfrente- ¡aún me quedaba repartir más! 
- Lo siento muchísimo -logró esbozar él mientras se colocaba a su lado- toma, te será útil -le dijo mientras le entregaba el paraguas que llevaba colgado de la muñeca.
- No, no, tranquilo, seguro que lo necesitas más... -en ese momento levantó la vista y se percató de los ojos azul cielo que tenía aquél chico y casi no logró a decir la última palabra en el mismo volumen que las demás- .
- No, yo tengo capucha y tú por lo visto solo llevas una chaqueta que no creo que te sirva mucho para taparte, llévatelo, insisto.
  En ese momento, Ella no sabía que decir así que, aceptó con un leve movimiento de cabeza y se enfilo para irse de allí. Pero el chico la paró.
- Perdona, no me he presentado. Me llamo Danniel, aunque me suelen llamar Dann -le dijo con una sonrisa en los labios.
- Encantada, perdóname a mí, qué tonta. Yo me llamo Ella -le dijo mientras le devolvía la sonrisa algo confundida por su idiotez por no haberse presentado y algo feliz por que él hubiera sido capaz de dar el paso de presentarse.
  Ella se repetía a si misma que cómo era capaz de ser vergonzosa habiendo estudiado periodismo. Pero él era diferente, desde que se habían cruzado sus miradas, Ella no podía decir algo con cordura. Así que 
Dann volvió a romper el silencio.
 - ¿Vives cerca de aquí? -preguntó el chico algo atontado por la situación. No sabía que decir tampoco.
 - No, vivo a las afueras, he venido al centro para buscar trabajo y por lo visto mi función acaba aquí.
 - ¿Quieres que te acerque? No será ningún problema, tengo el coche aquí al lado y así por lo menos no te mojarás -le dijo Dann.
 - No, en serio, no quiero que pierdas tu preciado tiempo en mí, cogeré el metro.
 - El metro está algo lejos y no voy a dejar que te mojes.
 - Para eso llevo esto -le dijo Ella mientras le enseñaba el paraguas que le había dado él mismo- ¿ves? no me mojaré.
 - ¡Se me había olvidado por completo! -dijo él con cara de asombro además de hacer unas muecas súper extrañas que hicieron que Ella se echara a reír- ¡hey! no te rías de mí. No es mi culpa no tener memoria -dijo entre risas.
   Ella no podía parar de reírse y tampoco le contestó. Decidió emprender el camino abriendo el paraguas y yéndose hacia el metro.
  - ¡Oye! no me dejes atrás. Si tengo que ser pesado, lo seré. Venga, te llevo en coche, está allí, ¿lo ves? -dijo señalando un coche azul eléctrico increíble.
  - No me digas que ese es tu coche. ¡Es precioso! -dijo Ella con cara de entusiasmo- bueno, igualmente, ya me llevarás en otra ocasión -y siguió andando.
  - ¿Cómo? ¿no te ha asombrado mi coche? Seguro que quieres que te lleve, venga, que vives muy lejos y no quiero que te costipes.
   Ella no sabía que decirle. Por dentro le encantaría ir en ese coche y además, ir con él pero, era demasiada carga. Aunque por lo visto estaba perdiendo tiempo en convencerla y eso a Ella le gustaba. Se sentía querida.
  - Bueno, visto que estás perdiendo el tiempo en convencerme... va, te dejo que me lleves. Pero con una condición.
  - ¿Cuál? -dijo Dann con énfasis.
[...]

4 comentarios:

  1. Me gusto mucho tu blog! Nos seguimos? Yo ya te sigo! Me seguís vos también? http://tanperfeectoqueasusta.blogspot.com/ :)

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado esta entrada, siempre vale la pena visitar tu blog. Me encanta y siempre me gustaran tus entradas. Pasate por el mio si quieres, he escrito un relato, esperando que te guste. Te mando un beso enorme! http://rafael1garcia.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. Naddia, ante todo, MUCHISIMAS GRACIAS POR TODO! Estoy muy bien, no me puedo quejar de nada :) y tu, que tal estas? Y si, he disfrutado de todo este tiempo sin escribir algo serio y gordo. Muestras tanta sinceridad y pasion por mis textos que siempre es un placer gozar de tu visita a mi blog. Ahora voy a esperar un poco para volver a escribir (Al haberme vaciado enterito para escribir este nuevo) De nuevo gracias, jamas podré agradecerte todo lo que me dices, la vida es muy corta para poder hacerlo ;) Muchos besotes para ti Naddia!

    ResponderEliminar
  4. meeeeeeee gusta mucho mucho tu blog! yo tambien escribo una novela en otro blog que tengo, es este: http://caminandosobreelasfalto.blogspot.com/
    uun beso muy grande!

    ResponderEliminar