Los sentimientos, ¿cambian?

  - Piérdete -pudo oír tras el resquicio de la puerta.
  - ¡Déjame! Pienso quedarme aquí todo el tiempo que pueda -oyó de nuevo, pero esta vez era la voz de una mujer arrepentida.
  - ¿Por qué? ¿Para que todo vuelva a cambiar? Estoy más feliz desde que te marchaste. Vete, no quiero saber más de ti.
  - Pero... pero yo... lo siento. Te quiero. Sé que todo ha cambiado, pero no puedo... no puedo vivir sin ti -y tras estas palabras salió, escapó escaleras abajo sin ningún destino. Tan sólo eso, escabullirse de aquella situación.
  Sentir el frío viento en la cara y despreocuparse viendo cómo se comía cachito a cachito el dolor. Correr tras la gran avenida abarrotada de gente sabiendo que era invisible para todos. Hasta para la persona que más quería. En aquél momento le acababan de aclarar la gran duda: siempre queda algo del primer amor. Pero todo era tan perfecto... Había encontrado a esa persona que hacía que se olvidara del mundo, y de pronto, sin quererlo ni beberlo, cuando un día se levanta temprano para pasar la mañana juntos bebiendo café, se encuentra con una imagen de alguien al que pensaba no ver nunca: la persona que rompió el corazón a quien tú querías y quieres tanto. La persona que escapó de aquél sentimiento y ahora, ahora a vuelto.

1 comentario:

  1. Hermoso y melancolico.
    Me encanto, escribes maravillosamente.
    Besos.

    ResponderEliminar