Me he despertado con ganas de más. De mirar directamente al sol y decirle que ha empezado un nuevo día y este día es mejor que cualquier otro. Ser un "yo contra el mundo", ¿un "yo contra el mundo"? Mejor un "nosotros contra el mundo". Romper esquemas y descubrir cosas nuevas. Caminar por encima de errores y pensar que todo ha sido aprendido.
La felicidad solo te acompaña cuando tú te empeñas en que aparezca y te coja de la mano. Nada es fácil ni totalmente bonito, por eso hay que sonreír aunque todo esté demacrado y no veas luz. Bueno, la luz está ahí, esperando a que apartes las cortinas o subas las persianas. Ella siempre está esperando. Después de la noche ocura, ella sale a decirle hola a todo el mundo. Eres tú quien decide si mirarla directamente, como he hecho yo, o seguir atrapado en la oscuridad.
-Hola.
-¿Por qué?
-Porque no importa que haya cien días malos, te tengo aquí, ahora, y eso es lo que importa.
Me ha hecho gracia encontrarme con tu blog. Yo me hago llamar Kryptonite por estos lares. :)
ResponderEliminarHas relatado un texto con fuerza y mucha, mucha energía. Me han entrado ganas de salir a la calle y comerme al mundo. (El diálogo final me ha encantado).
¡Un beso!
Me encantan los textos así, positivos. Te sigo linda, y me voy a seguir pasando por acá.
ResponderEliminarJopé, qué bonito, es un relato que transmite muchísima fuerza y energía, me ha contagiado incluso una sonrisa haha :)
ResponderEliminarPor cierto, me ha gustado como has dejado el blog, bueno, los pequeños cambios que has hecho y eso ^ ^
¡besitos!