5 letras que pueden cambiar todo.

Adiós.

Adiós. Adiós. Adiós. ¿Suena bien? Suena bien para quien está preparado para el adiós. Para quien quiere olvidar y volver a empezar. Cinco palabras, tan solo cinco que pueden cambiarlo todo...

¿Cuántas veces has escuchado un cambiaré? Yo de tu boca muchas. Muchos lo siento vacíos y muchos te prometo incompletos. ¿Cuántas veces te han fallado? A mí muchas, y otras tantas han dicho que es mi culpa. Bueno, no, tan solo tú.

Dicen que la confianza da asco pero, ¿qué se yo? Tantos años de confianza solo me han dejado ascos a mí. ¿Y a ti? Tampoco lo sé. Solo sé que quieres cambiarlo pero el orgullo nos puede y ninguno de los dos vamos a hacer algo para cambiarlo. ¿Seguiremos así? Quien sabe, a lo mejor es lo mejor que podemos hacer. Un adiós antes de tiempo. Antes de que volvamos a caer en lo mismo, a hacernos daño a base de palabras... palabras perdidas en este tiempo. ¿Cambiará? Qué bonita palabra cambio. Bonita para quien mejora, no para quien empeora, ¿no?

¿Qué voy a decir? Esto solo son palabras, no hechos. Se las llevará el viento, perdonaremos y no olvidaremos. ¿Nos equivocaremos? Seguro. ¿Mejor? ...Responde tú.

No puedo dar respuesta a preguntas inadecuadas ni tampoco cambios a personas inesperadas... Inesperadas tus acciones, tu forma de dejar todo de lado e intentar... ¿mejorarlo? No, esa no es la palabra adecuada. Cambiarlo a tu manera. Sí, mejor así. 

            *                                                                                          *                                                                                   *

Otra vez... cambio, cambio, cambio. No me pidas que cambie cuando ni tú mismo cambiarías por mí. Quiéreme tal como soy, hazme sonreír cuando veas que estoy ausente, entiéndeme cuando nadie lo hace... ¿eso es la amistad, no?

Amistad... amistad perdida...

Que pena tanta comedura de coco por tan poco. Que es verdad que nos volvemos locos cuando algo va mal, cuando algo se pierde... Y es que somos así, damos tanto y nos olvidamos de recibir... Luego nos damos cuenta de las consecuencias...

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No me he ido, tan solo vuelvo siempre que puedo. Espero que no os hayáis olvidado de mí, yo todavía no lo he hecho. Sé que volveré a tomar un rumbo en nuevos mares, necesito seguir descubriendo. ¡Os leo en cuanto pueda! Besos.